Adrián Costilla y Mariano Lobo son dos de los exponentes del buen trabajo que se realiza en las categorías bajas de San Martín. Diego Cagna los analiza como una buena apuesta a futuro.
Dicen que los sueños están para cumplirse. Bueno, los protagonistas de esta historia de a poco van completando esa frase. Adrián Costilla (Lateral izquierdo) habla como si llevara en la sangre ser un líder dentro de la cancha; Mariano Lobo (Delantero) es tímido, le cuesta hacer notas o firmar un autógrafo que un nene le pide al terminar el partido, en lo que no tiene problemas es en romper redes, el punta tuvo un buen semestre en el conjunto liguista y Cagna lo sigue desde hace tiempo.
Ambos pudieron sumar minutos en el duelo ante Central Córdoba el viernes en el Complejo Natalio Mirkin. “Perro” como se lo conoce a Costilla, tuvo un gran partido y fue una de las figuras junto a Leo Rizo, “Lobito” sumó minutos y le alcanzó para mostrar que tiene movimientos más que interesantes. Esta es una pequeña parte de su vida donde se pueden conocer las ambiciones que tienen, sus objetivos a largo plazo y las esperanzas de poder vestir la camiseta de San Martín y jugar un partido en Ciudadela a cancha llena.
Adrián Costilla tiene 21 y vive en San Miguel de Tucumán. Comenzó su camino en el fútbol a los 14, curiosamente, en un club llamado Ciudadela. Su carrera siguió en el CEF 18, luego pasó por Rosario Central donde fue compañero de Giovanni Lo Celso, actualmente jugador del PSG. En el 2013 llegó a San Martín. Llamativamente, antes de llegar a la entidad “albirroja” se desempeñaba como volante izquierdo.
Desde su arribo al “santo” que se desempeña como lateral. Costilla, confeso admirador de Marcelo, el lateral brasileño del Real Madrid, disfruta del presente que vive.
“La verdad que pasé por momentos en los cuales no tuve mucha continuidad. Pero no bajé los brazos y puedo decir que ahora estoy mejor. Ahora disfruto de la posibilidad de poder sumar minutos junto a grandes jugadores”, aseguró.
“Perro” es uno de los 3 hijos que compone la familia Costilla. Siente que ellos son su gran sostén en los momentos más difíciles que les toca. Él es muy agradecido y aprovecha para tirarle flores a un técnico que lo ayudó mucho como es Ariel Martos, actual DT del equipo liguista. “Es una persona que me valoró mucho. Yo no venía teniendo continuidad y él me dio una mano enorme”, manifestó.
Mariano Lobo tiene 23 años y vive en las Talitas. Comenzó en Estación Experimental, luego pasó por Central Norte y Tucumán Central. Llegó en 2016 a San Martín. “Lobito” mezcla el amor de jugar a la pelota con el trabajar para un amigo en su kiosco. Este admirador de José Luis Calderón se define como un punta que no se queda estático entre los centrales. Le gusta pedir la pelota y no tiene problemas en bajar para eso.
En su familia, es el hermano del medio. Convive con ellos y sus padres. Y mientras descansa en su hogar no se saca de en mente el objetivo que se planteó para este 2017. “Sueño con tener mi posibilidad dentro del plantel profesional. Sé que en algún momento se me va a dar. Por eso sigo trabajando duro para poder lograrlo”, declaró.
Para el punta la competencia es dura, aunque no baja los brazos y escucha los consejos que le dan los más experimentados. “Me aconsejan mucho, dicen que le meta para adelante y no me confíe. El que más nos guía es Diego Bucci, nos sirve mucho que nos hablen para tranquilizar la cabeza”, comentó.
También agradece a su actual DT por permitirle jugar en donde más se siente cómodo. “Hay técnicos que te hacen jugar en otras posiciones. Ariel siempre me puso de punta y me daba libertad para jugar. Eso le da muchísima confianza al jugador”, aseveró.
Y así dejan lentamente el complejo Natalio Mirkin. Se suben al colectivo junto al plantel de primera. La sonrisa de ambos es enorme como si ese ómnibus se encargara de llevarlos hacia un viaje de egresados. Ahora, lo que buscarán es demostrarle a Diego Cagna que ellos ya no son los chicos que pateaban la pelota en el potrero sino los jugadores en quienes puede confiar si necesita recambio a la hora de parar un once para un encuentro importante.
Foto gentileza:Alejandro Cruz
Maximiliano Barraza
(@NahuelMBarraza)
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