Cada vez se acerca más el clásico del sábado entre Independiente y Cipolletti, y el equipo neuquino continúa con los trabajos con el objetivo de sumar por primera vez en un torneo que comenzó adverso.
Sin duda, será un partido trascendente para Gerardo Solana, que además de estar necesitado de victorias luego de las tres derrotas, se enfrentará a su ex equipo, en el que jugó casi cuatro años.
“Son las cosas del fútbol. También me ha tocado jugar contra Olimpo, que fue uno de mis amores y lo enfrenté varias veces. El sábado me toca contra Cipolletti, que uno también le tiene cariño y soy muy agradecido de los clubes que me han dado trabajo. Ahora estoy defendiendo esta camiseta y quiero que se dé lo mejor para Independiente”, lanzó el Chiqui.
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Por otro lado, el DT remarcó que va a ser importante para “olvidarse de ese partido con Villa Mitre, que fue raro, nos dejó una fea sensación, y ojalá que el sábado tengamos un buen partido, empecemos a ligar un poquito y se nos den los resultados”.
Sin duda, el duelo tendrá una fuerte carga emocional para los jugadores, que necesitan un triunfo como agua en el desierto y el DT lo sabe. “Si tenemos un buen resultado, vamos a enfrentar mejor el próximo partido. El fútbol es muy anímico y muy mental y a nosotros nos está faltando eso”, dijo el Chiqui, y agregó: “Son dos golpes fuertes -tres con el de Roca- que en lo personal a mí me pega mucho, así que esperando ansioso que el sábado sea lo mejor y podamos ganar”.
Alma de Ascenso
(@AlmadeAscenso)
*Fuente: La Mañana Neuquén
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