Ariel Barth, un viejo conocido en Desamparados, cerró su vínculo con la institución y se transformó en la segunda incorporación del equipo.
En cada simpatizante de Sportivo Desamparados oír el nombre de Ariel Barth significa recordar lindos pero también feos momentos. Este defensor que se metió en el corazón de la gente, ya jugó tres temporadas en el club y retornó para iniciar su segundo ciclo.
Respetado y querido por los hinchas, el oriundo de Rauch fue partícipe nada más y nada menos que del ascenso a la Primera B Nacional en la temporada 2010-2011 y se dio el gusto de defender la camiseta durante varios partidos en la segunda categoría del fútbol argentino. Sin dudas, un recuerdo imborrable para aquellos.
Sin embargo, no todo fue color de rosa para Ariel que también pasó momentos tristes. Fue parte de los dos descensos seguidos que sufrió Desamparados hace unas temporadas.
La historia ha quedado atrás y el pasado lunes Ariel Barth, a sus 39 años, empezó a escribir un capítulo más en su vida como futbolista. Siempre bien predispuesto con la gente y el periodismo, el segundo refuerzo de Desamparados dialogó con Alma de Ascenso y dijo.
- Ariel, ¿Cómo encontraste el club y cómo fue tu primer entrenamiento?
- Muy bien, muy contento. Contento de poder volver acá al club y arrancando la pretemporada con todo para llegar manera al torneo.
- ¿Esperabas el llamado de Desamparados?
- No, por suerte se dio. Estaba jugando en Alianza (Federal B) y se da un salto de categoría que es importante.
- ¿Qué influyó para decirle sí a Desamparados?
- No tenía otras ofertas, ya que el Federal B arranca muy tarde y la idea era quedarse un poco ahí pero y apareció Desamparados, jugando Federal A, un club donde jugué mucho tiempo. Tomé la decisión de venir, tratar de ponerse bien y hacer un buen campeonato.
- ¿Cómo te estás futbolística y físicamente?
- Físicamente bien, terminé de jugar con Alianza hace dos meses aproximadamente. Seguramente me falta un poco sobre todo en lo futbolístico pero tenemos el tiempo necesario para ponernos bien.
Gerardo Mesina
(@GeraMesina)
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