Con la perseverancia como bandera, Racing Club logró derrotar en un reñido encuentro por 1-0 a 25 de Mayo de La Pampa, por la segunda fecha de la Zona Patagónica Norte del Federal B.
Tal como se esperaba, el conjunto pampeano exhibió una férrea resistencia y complicó los planes de la escuadra dirigida por Mario Martínez. Pero tal como marca la historia reciente del torneo, los tres puntos en juego permanencieron en la ciudad de Trelew.
Cerrojo firme
En el primer tramo del partido, Racing Club no lograba doblegar la telaraña defensiva propuesta por 25 de Mayo. A diferencia de años anteriores, el “Verdinegro” optó por el repliegue y el catenaccio para jugar en el Cayetano Castro.
La estrategia le rendía frutos a la visita. El sistema ofensivo “Albirrojo”, fallaba. Escasas aproximaciones por via aérea conformaron el limitado repertorio de la “Academia” en esos primeros compases del juego. Martín Bataller, figura ante Germinal, no lograba marcar diferencias.
El elenco pampeano no generaba riesgo, pero tampoco sufría apremios. Este plan denotaba la intención del conjunto visitante: no perder.
Hubo solamente una fisura defensiva pampeana en ese lapso. A los 15 minutos, el arquero cometió dos yerros rasantes con sus manos que logró enmendar al enviar la pelota al corner.
Sin embargo, en el último cuarto de hora de la primera etapa, la maraña defensiva empezó a tambalear. Pero Zalazar empezó a mostrar que era una garantía de lujo si el sistema fallaba. A los 33 minutos, ahogó el gol racinguista, tras abortar de modo providencial un cabezazo.
Al filo del entretiempo, el guardavalla detuvo un remate de Marcos Rivadeneira. Sin embargo, estos conatos fueron insuficientes. La conclusión de la etapa observaba que quien cumplía su objetivo, era 25 de Mayo.
El factor Cuestas
El inicio de la segunda etapa fue una continuación de la primera. Pero hubo un ingrediente distinto, que potenció las posibilidades de la “Academia”: Amiel Cuestas.
El atacante, quien ingresó tras el descanso, se convirtió en el eje de los ataques de Racing Club, a puro pivoteo. A los cuatro minutos, Cuestas peinó un balón para Dichiara, que no logró disparar eficazmente.
Cuestas, a los 15 minutos, cumplió con una ley no escrita del bilardismo: dos cabezazos en el área es gol. Tras un corner izquierdo y un pase de Diego Jara, el artillero oriundo de Tandil vulneró la imponente resistencia de Zalazar, que siete minutos antes había contenido otro remate.
Incertidumbre y festejo
Tras el gol, la “Academia” aumentó su volumen ofensivo, pero no logró aumentar la diferencia en el tanteador de la gélida velada trelewense. A los 16 y a los 20, el guardameta visitante obstruyó dos opciones locales. Seis minutos después, la zaga del “Verdinegro” bloqueó un remate racinguista.
No obstante, no haber sentenciado la historia mantutvo con esperanzas a 25 de Mayo hasta el final. Un despeje de Larreguy a los 18 minutos era la confirmación de esta cuestión. Por el perdón de la “Academia”, el empate era un peligro inminente.
De todos modos, esto no ocurrió. Una insistencia tenue de 25 de Mayo no logró vulnerar el arco racinguista y el dueño de casa sumó la segunda victoria en igual cantidad de partidos.
Cuestiones futbolísticas al margen, Racing Club mostró un factor vital en el fútbol: la perseverancia. De ese modo, pudo sumar otras tres unidades para poder visitar a Cruz del Sur, con puntaje ideal.
Alma de Ascenso
(@AlmadeAscenso)
*Fuente: DiarioJornada
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