Hace tiempo una empresa privada venía planeando un torneo en el que estuvieran incluidos la mayoría de los clubes afiliados a la AFA, sin importar si estaban directa o indirectamente afiliados. La idea de la empresa era generar un certamen que les de la posibilidad a los equipos de menor nivel y categoría enfrentar a los de primera división. Hasta ahí, todo muy lindo y bondadoso.
El "Torneo Federal"ofrecería un monto importante de dinero para el equipo que ganara su correspondiente encuentro y pasara de ronda, algo que para los humildes clubes de ascenso sería muy importante. Todo sigue increíble, porque muchos equipos tendrían la chance no sólo de enfrentar rivales que en su vida imaginaron, sino de obtener un dinero que les serviría y mucho.
La Copa Argentina, como la llamaron, tuvo su inicio en 2011, reeditando aquella realizada en 1969 y 1970. El torneo fue tal como lo planearon, varios equipos de menor nivel enfrentaron a los de primera división y en algunas ocasiones lograron dejarlo en el camino para sorpresa de muchos. Sin embargo, con el correr de las ediciones la cuestión se tornó menos preponderada por los de primera y por ello se decidió poner como premio la clasificación a la Copa Libertadores para el ganador.
El mayor error de la empresa privada es que dejó las designaciones a cargo de la AFA y allí comenzaron los problemas. Los clubes de primera división empezaron a mirar distinto el torneo, no tanto por darles el gusto a los clubes chicos de jugar contra sus grandes figuras, sino por el premio final del certamen. Con ellos vino emparejado la irregularidad que la institución madre del fútbol argentino viene teniendo hace mucho. Los famosos grandes se acercaron y, con su poder, empezaron a decidir a dedo cuando y dónde jugar: cambiar la fecha por su calendario acotado, que ese viaje es muy lejos y hay que jugarlo más cerca y miles de presunciones más.
El domingo River jugará ante un Instituto diezmado, a medio armar. Así como jugó Boca con un Gimnasia y Tiro que hacía dos semanas había terminado el certamen y con refuerzos con días en el club, cuando el partido debió jugarse en el momento en que el equipo salteño estaba en un gran nivel y peleando el Federal A. Pero no, el grande de primera no podía entonces a cambiar todo. Así podemos enumerar muchos casos: Racing- Mitre, San Lorenzo - Cipolletti, y muchos más de otras copas anteriores.
El momento en que comprendan el significado del nombre "Copa Argentina", que se supone que representa al país y no a unos pocos grandes de primera; en la instancia en que los clubes de mayor poder dejen de elegir el dónde y cuando para su conveniencia, allí, este proyecto pasará a ser un torneo federal como la Copa Argentina y dejará de ser la Copa de Grandes y Cia.
Javier Nievas
(@javitonievas)
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